29/11/11

Llagas


Como el pájaro espino se interna
en la espesa selva y con su pecho
apoyado en una espina, expira,
muere por hacer nacer de ese dolor
una canción  para romper el silencio
de la selva y así deleitar a la naturaleza
con su última canción de dolor preñada.

Elevando su canto al cielo, iluminado
de estrellas.

Así, después de ser herida mi alma,
camino por la noche llevando la
espina que me desgarra; convirtiendo esa herida
en una alabanza; alzando mis ojos al cielo voy
a los brazos de Jesús, mi única esperanza.

Allí encontré el bálsamo, la gracia,
para perdonar a quien me lastimara, pidiendo
perdón por esa alma, entonces un velo transparente
venda mis llagas.
no espero la madrugada, canto en la noche obscura ,
de mi alma.

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