1/1/12

Mariposa Sedienta

 G

imió la tarde, rompió el silencio
del triste jardín del aquel ángulo
oscuro del universo.

Los pájaros azules y las mariposas sedientas,
bebieron sus lágrimas,
lloraron con ella.
Parada en la ventana, tomó entre sus manos la paloma
sedienta.

Con pies inseguros, marcho a tientas.
(No fue en vano su andar sobre la hierba).
Sonrió con leve sonrisa, con movimiento
de ninfa agitó su mano pequeña.

La tarde atónita salió a su encuentro.
Ella recogió una vasija de agua de manantial
que brotaba de la inamovible peña.

Así, serenas, tarde, mujer y  paloma bebieron
juntas el agua fresca. El sol como un intruso
atravesó la copa de los árboles, se unió a la fiesta.

Dios ilumino con luz inexorable, el ángulo oscuro
de aquel pequeño universo, hoy se escuchan risas, trinos,
 y un ángel cuida el jardín,
mientras ella adora Dios con canciones tiernas.
                                                                                        
Autora: Laureana Acuña
Derechosa reservados


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